Mi hijo/a me pregunta: ¿Por qué tengo que estudiar esto?

Seguramente, esta pregunta os la han hecho muchas veces vuestros hijos/as o alumnos/as. Pero, la respuesta que le habéis dado ¿Les ha convencido? ¿Les ha ayudado a que ahora puedan darle un sentido y un significado a lo que están estudiando? ¿Qué es eso del sentido y significado? ¿Como un conocimiento pasa de no tener sentido y significado para nosotros, a si tenerlo?
 
Todas estas preguntas y muchísimos otros más aspectos, los trataremos en el artículo de hoy. Ahora sí, acomódate, cógete un té o un café, si te apetece, porque nos vamos a adentrar en un mundo nuevo, que va a permitir que tu peque o alumno/a vea la educación con otros ojos y le permita experimentar, mientras aprende, emociones muy positivas.
 
Primero, es importante que entendamos ¿por qué nuestro hijo/a o alumno/a, nos dicen esta pregunta? (Te dejo unos minutos para que puedas pensar tú respuesta)
 
Los seres humanos solo incorporamos a la memoria a largo plazo aquella información que tiene un sentido (lo entendemos) y un significado (es importante/valioso para él/ella) para nosotros/as. La razón principal es porque no podemos atender a todos los estímulos que nos rodean, porque si lo hiciéramos, nos sería muy difícil poder llevar a cabo una actividad de forma correcta. Ya que, para poder pensar antes, en cómo la vamos a llevar a cabo, necesitamos mantener una concentración mínima y atención exclusiva en ese aspecto.
 
Por ello, para asegurarnos de que los contenidos que tenemos pensado que aprendan mañana o están aprendiendo en el colegio, los entienden (sentido) y ven que son útiles e importantes para ellos (significado). Desde casa o la escuela debemos proponer actividades que despierten, en un primer momento, su curiosidad para que las neuronas involucradas en ese aprendizaje se activen y estén preparadas para adquirir esa información. Luego, tendremos que hacerle el principal protagonista de su aprendizaje ¿cómo? En vez de darle la información pensada y razonada, ir haciéndole preguntas que le vayan guiando hacia la respuesta o aprendizaje. 
 
Por ejemplo, un ejemplo que siempre me gusta mencionar, ya que es muy claro, es a la hora de aprender a sumar o restar. En algunos colegios tienden a enseñar primero el procedimiento de la suma, sin detenerse en resolver preguntas como: ¿qué es sumar?, ¿Para qué utilizamos la herramienta de la suma?,
 
El niño/a le aportaría más significado y sentido a la suma, si por ejemplo, le hubiéramos planteado una situación en la que necesite utilizar una herramienta para juntar dos elementos (canicas en dos bolsas) y saber de una forma rápida, cuántas tengo en total en las dos bolsas sin tener que sacarlas y contarlas una a una. De esta forma, no solo les estamos haciendo partícipes, sino que estamos consiguiendo que sigan desarrollando su creatividad y nunca pierdan las ganas de aprender cosas nuevas.
 
Tras haber llevado a cabo todo este camino, AHORA SÍ es el momento adecuado para enseñar el procedimiento de la suma.
 
Hasta aquí el blog de hoy, espero que os haya ayudado a entender el porqué de esa pregunta tan demandada entre los niños/as y a cómo resolvérsela. Os animo a que os adentréis, si no lo habéis hecho ya, en una educación diferente a la de nuestros abuelos, padres e incluso nosotros.
 
¡Una educación divertida y de calidad es posible! Solo tenemos que dejar que nuestra creatividad fluya sin impedimentos.
 
¡Nos vemos en el próximo blog!
 
Un abrazo muy fuerte para ti y tu/s peque/s o alumnos/as.