¡Holaaaaa familia!
Hoy os propongo un tema que suelen dudar mucho los alumnos y alumnas que vienen al centro. Muchas veces cuando sus profes del colegio/instituto le pide que hagan un resumen de un tema de historia, lo suelen confundir con un esquema. Así que hoy vamos a acabar con esta confusión contándoos la historia de Lucas, ¡vamos a ello!
Lucas es un chico...
curioso y lleno de energía. Este año, en la clase de Ciencias Naturales o Natural Science está aprendiendo todo lo relacionado con el ciclo del agua. Su familia siempre está buscando maneras de ayudarlo a aprender los nuevos contenidos de forma más eficiente y divertida. Por ello, un día decidieron probar dos métodos distintos, uno era hacer un pequeño resumen de lo que se tenía que estudiar del ciclo del agua y otro un esquema con conceptos claves.
El descubrimiento del resumen
Antes de cenar se sentaron con él, listos a enfrentar el capítulo sobre el ciclo del agua. Primero, con lo que habían leído de cómo hacer un resumen en un artículo de un blog, le comentaron a Lucas lo que era un resumen: “es como contar una historia, pero más corta”. Asi que, juntos, leyeron el capítulo y empezaron a identificar las partes más importantes de todo.
Lucas se dio cuenta de que el ciclo del agua tenía tres partes principales: evaporación, condensación y precipitación. Con la ayuda de su familia, escribió un pequeño resumen:
“El ciclo del agua empieza cuando el agua se evapora de ríos y océanos. Luego, el vapor de agua sube y se convierte en nubes (condensación). Finalmente, el agua cae de las nubes en forma de lluvia, nieve o granizo (precipitación)”.
Lucas se sintió muy orgulloso de lo que había hecho. No solo porque había entendido mejor el tema, sino porque había logrado contarlo utilizando palabras más familiares para él.
El misterio del esquema
Al día siguiente, su familia le propuso un nuevo reto, una nueva aventura para Lucas: hacer un esquema. Primero, le explicaron que: “un esquema es como un mapa del tema, donde se pueden ver todas las partes importantes y cómo están conectadas”.
Después de esto cogieron una hoja de papel grande y empezaron a dibujar. En el centro, pusieron “ciclo del agua”. A partir de ahí, dibujaron tres ramas: una para la evaporación, otra para la condensación y otra para la precipitación. Bajo cada rama, escribieron detalles más específicos:
- Evaporación: calor del rol, ríos, océanos.
- Condensación: formación de nubes, enfriamiento del aire.
- Precipitación: tipos de precipitación (lluvia, nieve, granizo), retorno al suelo.
Cuando lo terminaron, a Lucas le pareció que era como un gran dibujo que le ayudaba a recordar todo de un vistazo. ¡Y NO SOLO ESO! Además, le ayudaba a relacionar conceptos y a ordenar toda la información que tenía que aprenderse nueva. ¡Y NO SOLO ESO! Jajaja le encantaba usar colores diferentes para cada parte del esquema, lo que hacía que estudiar fuera más divertido.
El gran desafío, ¿cuál funciona mejor?
Después de haber probado los dos métodos, su familia y Lucas se sentaron para hablar sobre cuál les había gustado más. Lucas dijo que le gustaba el resumen porque le ayudaba a entender mejor la historia del ciclo del agua. Pero también le encantaba el esquema porque podía ver todas las partes importante y cómo estaban conectadas.
Tras esto, su familia le explicó que no hacía falta que eligiera uno. ¡Podía usar ambos! El resumen le ayudaba a entender y recordar la información principal, mientras que el esquema le permitía organizar sus ideas de manera visual.
¡Colorín colorado esta historia se ha acabado!
La moraleja:
La historia de Lucas nos muestra que tanto el resumen como el esquema son herramientas valiosas para el estudio. Cada una tiene sus propias ventajas, y pueden complementar el aprendizaje de tus hijos/as de manera efectiva.
Consejitos para aplicar en casa:
1. Dividir tareas: leer la información/tema juntos o no (depende de la edad de tu hijo/a) y dividir las tareas. Un día puede hacer un resumen, y otro día un esquema. O solo hacer uno y otro día hacer juegos para afianzar el contenido nuevo. ¿Qué juegos? En nuestra página web tenéis muchísisisimos y si no encontráis ninguno escribirnos y os pasamos el link de alguno relacionado con ese contenido. ¡Así de fácil!
2. Usar colores y dibujos: hace que el estudio sea más divertido y fomentamos su creatividad. Se puede hacer el esquema solo con dibujos, si queréis más información buscar “Visual Thinking” en Google.
3. Comparar y debatir: hablar de cuál herramienta les gusta más a cada uno de vosotros para cada asignatura o temas a estudiar.
¡Nos leemos en el siguiente artículo del blog!
¡Un abrazo muy muy fuerte!